noviembre 12, 2006

Río Blanco; río negro

En el Río Blanco se descargan los drenajes de poblados como Nextipac, Santa Lucía y Tesistán, además de nuevos fraccionamientos sobre la Carretera a Tesistán. La comunidad de San Esteban se lamenta por la contaminación de su río.

GUADALAJARA, JAL.- Era una expedición a las tierras rurales del municipio. En un recorrido por las afueras del concepto de "Ciudad Zapopan"; en lugares que aún no cuentan con un calificativo de este tipo, una marca, de esas que se posicionan en el imaginario de las personas, dicen los que saben.Así que sin saber exactamente si ya se habían adentrado en "Rural Zapopan" o, tal vez, en "Zapopan Town", para no perder lo chic, el convoy de funcionarios comenzaba a dejar atrás las calles de concreto y asfalto, que habían cambiado por caminos sinuosos, testigos de horizontes de gran belleza, dignos competidores, ni quien lo dude, de los centros comerciales donde reinan las zapopanas de peinados "planchados". Se dirigían a San Esteban.Las camionetas blancas con los logotipos del Ayuntamiento de Zapopan en las puertas se detuvieron, era 8 de noviembre. En ese punto, un grupo de personas, hombres de campo en su mayoría, esperaban al presidente municipal Ismael Orozco Loreto y su comitiva. Estaban ahí para hacer la entrega del puente vehicular que el gobierno municipal construyó en el Camino a San Esteban, sobre el cruce con el Río Blanco. Ese paso sobre el río solía ocasionar problemas en tiempos de lluvia, cuando podía quedar intransitable impidiendo el tránsito de las personas que habitan en zonas circundantes para llegar al centro del municipio. Así, mientras el gobierno entregaba y los habitantes recibían, el Río Blanco hacía notar su presencia no sólo con su sonido inconfundible, sino, desgraciadamente, con el terrible olor que despide. "El agua baja muy contaminada, ésa es nuestra primera necesidad", dice y se lamenta Pedro Sierra Sánchez, el representante de la comunidad indígena de San Esteban, de aproximadamente tres mil habitantes. El espectáculo puede resultar cruel, la vegetación y el aire que se percibe no pueden ser mejores, pero son incompatibles, cualquiera lo sabe y lo siente, con el agua opaca, blanquecina y llena de espuma que trae el pobre río. San Esteban y San Miguel Tateposco, entre los pueblos que ahí se encuentran, han tenido que hacer cambios en sus actividades productivas al ya no poder contar con el que era su río. Antes abundaba el cultivo de hortalizas y de mangos, cuando el agua estaba limpia, cuando la contaminación que todos provocamos no era tan grave. Ahora plantan nopal y maguey, que no requieren de tanto riego, porque esta agua, simplemente "ya no sirve", ya ni para árboles frutales explica. Sierra Sánchez comenta que la respuesta que han obtenido él y su pueblo del Ayuntamiento, es que con la declaratoria próxima de protección a la zona del Bosque El Nixticuil-San Esteban-El Diente, se podría avanzar en el saneamiento del Río Blanco a través de la instalación de una planta de tratamiento. "Nada más nos mencionan que se van a hacer plantas de tratamiento, pero pues no las realizan". La declaratoria de Área Natural Protegida deberá ser aprobada por el pleno zapopano el próximo miércoles 15 de agosto, según la regidora María del Carmen Acosta Jiménez.

Sanar el río

En realidad, el Río Blanco ya cuenta con una planta de tratamiento para sus aguas instalada desde hace seis años en el área de San Gonzalo y que tiene una capacidad de saneamiento de 200 litros por segundo. Sin embargo, como lo comenta Gabriel Gallo, director de Construcción de Zapopan, si después de la planta hay nuevos factores contaminantes como descargas clandestinas, ya sean de fábricas o granjas, entonces se puede pensar en la arista cultural del problema, donde la sociedad misma debe reconocer la responsabilidad compartida que este hecho implica. No obstante, una planta de tratamiento no puede ser nunca suficiente para las aguas de este río, el cual representa el único cauce donde actualmente se drenan las aguas ya utilizadas, contaminadas, de varios de los poblados que se encuentran en el Valle de Tesistán. Al ser esa zona plana, "una mesa de billar", explica Ignacio Vázquez Ceseña, director de Obras Públicas de Zapopan, en el Río Blanco son descargados los drenajes de comunidades como Nextipac, Santa Lucía y Tesistán, por citar algunas, además de los nuevos fraccionamientos sobre la Carretera a Tesistán. "No lo puedes drenar para otro lado, tendrías que mover toda la tierra", explica el funcionario. Sobre las nuevas viviendas que circundan la Carretera a Tesistán agrega: "Drenan para donde mismo (el Río Blanco), pero por lo menos lo hacen con drenajes bien hechos". Cuando el alcalde Orozco Loreto hacía la entrega del puente sobre Río Blanco, por cierto, con un costo de 622 mil pesos, dijo en su intervención: "No debemos quitar el dedo del renglón en el saneamiento de este río". Pues dijo que le daría gran valor al corredor ecológico que ahí se lograría con la declaratoria de protección del Bosque El Nixticuil, lo que permitiría "explorar nuevas oportunidades" en las actividades productivas de la zona, como podría serlo el turismo ecológico. Orozco Loreto dijo que una planta de tratamiento para el Río Blanco sale del ámbito de competencia del Ayuntamiento, y agregó esperanzado "creo que son temas que sí se van a dar, a los que se les dará solución". Concluyó comentando que espera que se pueda recobrar el río a través del ejercicio de los créditos que el Gobierno Estatal ha obtenido en materia de agua y saneamiento.Los habitantes de San Esteban cuentan de un río que no era ése que ven ahora, uno que hace 50 o 40 años lo conocían muy bien; cuando están ante el Río Blanco de hoy, y lo observan, les cuesta reconocerlo.

EL INFORMADOR 11/11/06