febrero 18, 2006

Harán una reserva federal de 30 mil ha en la barranca

Zapopan y San Cristóbal, con apoyo federal, declararán este año el área natural protegida más importante en Jalisco.

La barranca del río Santiago, uno de los sitios con mayor diversidad biológica en la región conurbada de Guadalajara, contará este año con una declaratoria de reserva federal que amparará una superficie similar a la del bosque La Primavera, sobre los municipios de Zapopan y San Cristóbal.

De concretarse el proyecto, en las inmediaciones de la segunda zona metropolitana del país nacerá una segunda gran área natural protegida, en un proyecto que ha contado con participación apenas marginal del gobierno del estado. Es básicamente una iniciativa municipal apoyada por el gobierno federal.

Actualmente, los ayuntamientos involucrados y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) trabajan la propuesta, con énfasis en sostener la generación de agua y sus ecosistemas diversos, que van de las selvas secas a los bosques de pino y encino.

Martín del la Rosa Campos, director de Protección al Medio Ambiente zapopano, explica que se busca la categoría de “área de protección de recursos naturales”, debido a que dicha categoría permite mantener actividades productivas de forma sustentada y generar procesos de conservación.

La superficie a proteger rebasa 30 mil hectáreas. Zapopan aportará 17,727 hectáreas que actualmente tienen la categoría de “área de protección hidrológica” en el ámbito jurídico estatal. San Cristóbal tiene en su demarcación otras 12,500 hectáreas con que se cerraría el polígono. El gran total, aún preliminar, es 30,227 ha, contra 30,500 ha de La Primavera.

Colateralmente, hay en Zapopan un segundo proyecto de protección, aunque en categoría de “parque ecológico”: se trata de la reserva de El Nixticuil, que sumada a los ecosistemas de la zona de El Diente —actualmente sometidos a caótica visita pública— y los bosques de encino de la comunidad indígena de San Esteban, alcanzan casi 400 hectáreas. De la Rosa Campos espera que esta reserva se una por corredores bien preservados con la gran área natural de la barranca.

El plazo final para lograr los dos proyectos se cumple dentro de 2006.

Protección más eficiente

Para Raquel Gutiérrez Nájera, directora del Instituto de Derecho Ambiental (Idea) y consultora en el proyecto, un decreto federal es la única manera de proteger eficazmente recursos valiosos. “La idea es ir tan lejos como se pueda, y amparar en una sola declaratoria toda la zona; por eso pretendemos que se extienda la gestión con el municipio de Ixtlahuacán del Río, que tiene la parte norte de la barranca; también creemos que este manejo se debe dar en la zona de Arcediano, pero el gobierno del estado, por su proyecto de la presa, se opone a crear el corredor natural de la barranca”, indica la doctora en derecho.

A su juicio, la categoría de “área de protección de recursos naturales” es adecuada porque permite preservar y restaurar los ecosistemas y conseguir apoyos para proyectos en muchas zonas. “Un parque ecológico estatal, como el que propone el estado en Arcediano, es para preservar valores escénicos, pero no es esa toda la riqueza de la barranca; hay mucha diversidad por proteger y que mejor que con decreto federal”.

El artículo 53 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente señala que “Las áreas de protección de recursos naturales, son aquellas destinadas a la preservación y protección del suelo, las cuencas hidrográficas, las aguas y en general los recursos naturales localizados en terrenos forestales de aptitud preferentemente forestal […] se consideran dentro de esta categoría las reservas y zonas forestales, las zonas de protección de ríos, lagos, lagunas, manantiales y demás cuerpos considerados aguas nacionales, particularmente cuando éstos se destinen al abastecimiento de agua [...]”.

Agrega: “sólo podrán realizarse actividades relacionadas con la preservación, protección y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales en ellas comprendidos, así como con la investigación, recreación, turismo y educación ecológica, de conformidad con lo que disponga el decreto que las establezca, el programa de manejo respectivo y las demás disposiciones jurídicas aplicables”, concluye el artículo referido.

Los valores

De la Rosa Campos advierte que no se parte de cero. Desde 1998, el Ayuntamiento de Zapopan comenzó los estudios y trabajos entre la población para proteger la zona. En mayo de 2005, el Congreso del estado publicó la declaratoria de “área de protección hidrológica” para las 17,729 hectáreas del lado de Zapopan, las cuales están repartidas en dos grandes polígonos: el primero al noroeste del municipio, con 8,866 hectáreas, colinda al norte con el vaso de la presa de Santa Rosa y el mismo río. El segundo tiene 9,063.7 hectáreas y comienza al norte de la zona metropolitana de Guadalajara, por toda la parte oeste del río hasta su colindancia con San Cristóbal de la Barranca.

Es una zona intensamente estudiada, lo cual es base para realizar muestreos y trabajos de inventarios en la zona de San Cristóbal, que une a ambos polígonos y crea de este modo un solo corredor.

“La señora presidenta de allí, Eliazer Rodríguez Castro, nos ha expresado todo su interés en el proyecto, pero ellos no tienen dinero; entonces aquí entra el trabajo de la Conanp y la ventaja de que la zona ya fue estudiada tiempo atrás”, añade el director de Medio Ambiente.

Así, ocho años de trabajo en el área han rendido frutos: se tiene el consenso entre los pobladores de que es ventajoso tener un área protegida, y se han frenado algunos procesos de deterioro. Por ejemplo, la siembre de agave, que es altamente erosiva. En cambio, el problema capital para estas comunidades, la contaminación del río Santiago por los drenajes de Guadalajara, sigue pendiente de cumplirse.

En la futura reserva existe un desnivel de 757 metros. Desde 1,580 metros sobre el nivel del mar, en la colindancia de Zapopan y Guadalajara, hasta 823 msnm en la colindancia con San Cristóbal de la Barranca. Hay unas diez comunidades bióticas arropadas en esa variación. Se han identificado alrededor de 900 especies de flora y 140 de fauna silvestre.


Publicado por Grupo Milenio / Lunes 6 de Febrero.