febrero 18, 2006

Marcan árboles en El Nixcuitil “para tumbarse”

Vecinos del El Tigre II denuncian un nuevo intento por derribar parte del bosque para urbanizar la zona.

La disputa de los colonos de El Tigre II con la autoridad por defender el bosque El Nixticuil continúa. “El Ayuntamiento de Zapopan ya autorizó la construcción de un fraccionamiento en la parte más alta del bosque. Esto es importantísimo porque la misma Prodeur [Procuraduría de Desarrollo Urbano] está haciendo el señalamiento que no es correcto hacer esto, sin embargo, ellos no toman en cuenta todo esto, aún así se quieren meter con sus planchas de cemento. Nosotros no somos los únicos que estamos en desacuerdo para que se urbanice de esta manera tan drástica un bosque natural, hay otras instituciones; Semarnat ya dictaminó que es un bosque”, dice la voz desesperada de Adriana Hernández, del comité de colonos que busca salvar el bosque.

El asunto ahora es que hace como un mes, en la parte superior se empezaron a señalar árboles con una equis roja: “Son para tumbarse porque vino el ingeniero cuando la subdelegada de la Semarnat estaba haciendo el estudio de aquí del bosque y él mismo le dijo que era para derribarse. Además, el SIAPA [Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado] quiere hacer un tanque elevado, siendo que tienen la obligación de entregar un estudio de impacto ambiental independiente al del ayuntamiento y no lo han hecho”.

La estrategia es dejar una cortina de varios metros de árboles al borde de la carretera para que no se vea lo que están haciendo en el interior del bosque, agregan los vecinos.

El área verde de El Nixticuil, calculada en unas 200 hectáreas, es uno de los tres bosques que quedan en la zona metropolitana.

Adriana Hernández insiste que el plan de desarrollo que les mostraron sigue habiendo vialidades que cruzarán por en medio del bosque, dos grandes para ser específicos: “Siguen ellos creyendo que el desarrollo es sinónimo de destrucción de un bosque y están equivocados”. Asegura que todo se debe a intereses económicos de los constructores.

Jesús Palacios, miembro también del comité, indica que en la última junta que tuvieron con las autoridades se les informó que el tanque elevado era para las casas de Nextipac: “No nos han dicho siempre la verdad porque el fraccionamiento está autorizado sólo por el ayuntamiento, no por la Semarnat ni por la Profepa”.

Don José Vázquez es el velador de uno de los terrenos de la parte alta del bosque del Nixcuitil. El dueño se llama Francisco Ibarra, según informa el empleado. Don José dice que en una ocasión escuchó a su jefe decirle a los albañiles que ningún árbol debería de tumbarse, que si lo querían quitar tenían que sembrarlo en otra parte. Luego señala un lugar y dice que ahí va a ser la calle.

Sin embargo, recuerda también que en una ocasión llegaron dos patrullas, los oficiales le pusieron “una cinta de prohibición” al terreno para impedir cualquier obra, pero el dueño la rompió y “los mandó a la chingada”, y les dijo que si volvían a entrar al lugar los iba a matar. Los uniformados nunca han regresado.

Circulares

El comité de protección del bosque entregó a Público una circular del pasado 14 de diciembre, dirigida al hoy ex alcalde de Zapopan, Arturo Zamora Jiménez (quien pidió licencia el 15 de diciembre), en la que se le solicita que el bosque de El Nixcuitil sea declarado reserva natural protegida.

Además convocan para que se realice un foro público en febrero de 2006, en el que estén presentes las comisiones, dependencias municipales, los grupos que promueven el proyecto y académicos responsables del estudio del área protegida: “Con el tema único de discutir propuestas para la creación y manejo del área natural protegida El Nixcuitil-El Diente, y los planes parciales [de desarrollo]”, se lee en el papel. Añaden la petición de suspender las licencias de urbanización y edificación.

Por otra parte, se informó que a la colonia ya le aprobaron el drenaje, el cual entrará bordeando el bosque para descargar en la avenida Guadalajara. La inversión será de cuatro millones 700 mil pesos y entrará en el presupuesto del próximo año.

Publicado Grupo Milenio / 26-diciembre-05