febrero 18, 2006

Existencia del bosque El Nixticuil, amenazada por nuevas obras

Vecinos aseguran que se les invitó a comprar casas en la zona forestal; además se erigirá un convento.

Las autoridades dicen que no, pero las evidencias en la colonia El Tigre II, en Zapopan, apuntan a que los vecinos perderán poco a poco las hectáreas del bosque de El Nixticuil. El jardín de niños cercano a la zona boscosa cerró sus puertas y se cambió a una de las calles del lugar, los vecinos de la parte baja han recibido la invitación para adquirir alguna de las casas que se construirán dentro del área ecológica, y es información conocida que el bosque albergará un convento de monjas coreanas.

Sin embargo, las autoridades del Ayuntamiento de Zapopan se deslindan de la responsabilidad y aseguran que se trata de una obra de los gobiernos estatal y federal, refiriéndose al trabajo interrumpido de la edificación de pies de casa para los afectados por las grietas en Nextipac.

Sobre el convento coreano, el director de Obras Públicas en Zapopan, Ignacio Vázquez, señaló que es un inmueble que se pretende construir en una esquina del bosque, y dijo ignorar qué en el lugar se pretenda edificar 1,500 pies de casa, aunque los vecinos aseguran que el programa municipal Comunidad Digna se los ha ofrecido.

Desde hace varios meses, el bosque El Nixticuil, enclavado en la colonia irregular de El Tigre II y la zona de Los Robles, ha sufrido la agresión de parte de las autoridades estatales y municipales. El 5 de junio pasado, Día Mundial del Medio Ambiente, la constructora contratada por la Secretaría de Desarrollo Urbano (Sedeur) taló 250 árboles de la zona. Después entró la Dirección de Parques y Jardines de Zapopan y también podó varios. Al final, el número de árboles podados fue de 360.

Poco después, el director de Ecología en el municipio, Carlos Javier de Alba Góngora, reconoció que la mitad de los árboles, por lo menos, no resistiría el traslado a otro lugar. Murieron. Ante la inconformidad vecinal, las obras en el ingreso del bosque, en la parte baja de la colonia El Tigre II, están suspendidas.

En nombre de nextipac

Zapopan autorizó la edificación de pies de casa en El Tigre II, bajo el argumento de la urgencia que significaba que los habitantes de Nextipac dejaran sus viviendas antes del presente temporal. Los colonos de Nextipac se rehusaron al cambio porque la oferta no era tentadora: el ayuntamiento no les pagaría el costo real de sus viviendas y ellos tendrían que continuar con el pago de las casas en El Tigre II. Por ello, los colonos afectados por las grietas prefirieron continuar en Nextipac y rellenaron los huecos abiertos en junio del año pasado con escombro.

Aun así, el municipio y la Sedeur continuaban con las obras. Ya detenida la construcción, la Dirección de Desarrollo Social en Zapopan anunció que el recurso del gobierno federal para las casas se perdería por no usarse con prontitud.

La Sedeur no ha regresado para continuar con las obras en el área, donde de bosque no quedaron más que troncos muertos. Pero la ausencia del jardín de niños, la promoción de viviendas y la inminente construcción de un convento anuncian que las agresiones contra el bosque continuarán.

Publicado por el Grupo MILENIO/Septiembre 8, 2005 / Dolores Reséndiz Mora